¡Y este es el sentido de la vida!

1 de febrero, 2018 - La verdad que no hay que esperar tanto para rebelar los más íntimos secretos de la búsqueda del pleno sentido de la vida y les voy a revelar mis pensamientos apenas en esta segunda publicación del blog.

En una santa Eucaristía, un sacerdote de edad avanzada -pero que para mí es uno de los sacerdotes más preparados que he escuchado- el padre José Moscheta, hizo una homilía con el tema del bautizo del Señor Jesús, y con respecto a la frase que pronunció Dios Padre "Él es mi hijo amado, en quién me complazco".

Concluyó su sermón diciendo una de las ideas más reveladoras que he escuchado en toda mi vida: ¡el verdadero sentido de la vida!

Tanto que nos desgastamos pensando en cuál es el sentido de la vida, o cómo quedar bien ante los demás, qué hacer que sea provechoso y al final es demasiado simple: nuestro objetivo en la vida debe ser que cuando lleguemos finalmente en presencia de Dios, Él pueda decir de nosotros que somos sus hijos amados y que se complace de nosotros.

No hay misión más grande que la de ser dignos hijos de Dios, para que se complazca de nosotros ahora en la vida terrena, y finalmente disfrutar de su gloria por toda la eternidad.